1. Haz que tu propuesta de valor se entienda en 5 segundos
👉 ¿Es claro lo que ofreces, para quién y por qué? Si no lo entienden rápido, se van.
2. Usa llamadas a la acción claras (CTA)
👉 Un buen botón puede cambiarlo todo. Di exactamente qué quieres que hagan.
3. Haz una mini prueba de usuario con alguien externo
👉 Mira cómo interactúan sin decir nada. Lo que no se entienda, se pierde.
4. Cambia los “nosotros” por “tú”
👉 No hables solo de ti, habla para tu cliente. “Te ayudamos a…” conecta mejor que “Somos expertos en…”.
5. Muestra menos, pero mejor
👉 Quita lo que no aporta. Una web con foco convierte más.
🔍 Tu mensaje debe ser inmediato.
Estos primeros consejos son esenciales para captar la atención en los primeros segundos. Una web que no comunica rápido, pierde usuarios. Claridad, foco y empatía son tus mejores aliados.
6. Revisa el contraste de tus textos
👉 Asegúrate de que se lean bien en cualquier pantalla. La accesibilidad también vende.
7. Usa frases cortas y directas
👉 La gente escanea, no lee. Cuanto más simple, mejor.
8. Optimiza el tamaño de tus imágenes
👉 Una web lenta espanta visitas. Comprime sin perder calidad.
9. Añade testimonios reales
👉 Lo que otros dicen de ti vale más que lo que digas tú.
10. Usa iconos para explicar visualmente
👉 Ayudan a entender rápido y hacen la página más dinámica.
⚙️ Mejora técnica = mejor experiencia.
Una web usable y ligera no solo carga más rápido, también se posiciona mejor en Google. Y si además es accesible y directa, los usuarios se quedan más tiempo. ¿La clave? Simplicidad, claridad y confianza.
11. Agrega una sección de preguntas frecuentes (FAQ)
👉 Aclara dudas antes de que te las pregunten.
12. Elimina el slider de inicio (sí, en serio)
👉 Poca gente lo mira. Mejor un mensaje potente desde el principio.
13. Destaca tu botón principal
👉 Que no pase desapercibido. Color, tamaño y posición importan.segúrate de que se lean bien en cualquier pantalla. La accesibilidad también vende.
14. Asegúrate de que tu web esté bien en móvil
👉 El 80% de tus visitas llegan desde ahí. Haz la prueba ahora.segúrate de que se lean bien en cualquier pantalla. La accesibilidad también vende.
15. No uses tipografías raras
👉 Evita fuentes difíciles de leer. Lo bonito no debe sacrificar lo funcional.
📱 Diseña para móviles y para cerebros ocupados.
Las visitas llegan desde el móvil y el tiempo de atención es cada vez menor. Una web bien pensada anticipa dudas, facilita la navegación y hace que todo sea más sencillo para el visitante.na web usable y ligera no solo carga más rápido, también se posiciona mejor en Google. Y si además es accesible y directa, los usuarios se quedan más tiempo. ¿La clave? Simplicidad, claridad y confianza.
16. Añade un botón de contacto fijo
👉 Cuanto más fácil contactar, más posibilidades de conversión.
17. Usa video solo si aporta valor
👉 No pongas un video por ponerlo. ¿Aporta algo nuevo? ¿Ayuda a entender?
18. Haz que tu logo sea clicable y lleve al inicio
👉 Es un hábito de usuario. No lo ignores.
19. Añade microinteracciones
👉 Pequeñas animaciones que dan vida a la experiencia (sin abusar).
20. Usa una paleta de colores consistente
👉 Da coherencia visual y profesionalismo.
🎨 Detalles que transmiten profesionalismo.
Lo que parece pequeño no lo es: un logo clicable, un color coherente o una animación sutil hacen que la experiencia sea fluida, cuidada y confiable. Son señales que el usuario percibe sin darse cuenta… pero que marcan la diferencia.
21. No pongas todo en el menú
👉 Prioriza lo esencial. Menos clics, mejor experiencia.
22. Cuida los márgenes y espacios
👉 El espacio vacío también comunica. Y mucho.
23. Define un objetivo por página
👉 Una sola acción por pantalla = más claridad = más conversiones.
24. Añade favicon
👉 Parece menor, pero mejora la percepción de profesionalismo.
25. Termina cada página con una acción clara
👉 “¿Y ahora qué?” La respuesta debe estar justo ahí.
🧭 Una web pensada para guiar.
Cada clic, cada scroll, cada sección debe tener una intención. Una web con dirección clara convierte más, genera confianza y deja una impresión duradera.
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